sábado, 26 de marzo de 2011

2010 Odisea Dos




Héla aquí, mi reseña acerca de la segunda parte de la cuatrilogía más conocida de Sir Arthur C. Clarke, también adaptada a la gran pantalla por Peter Hyams (Atmósfera Cero, El fín de los Días) en una película que si bien no es tan polémica como la de Stanley Kubrick por ser de muuy fácil entendimiento, si que tiene diferencias abismales con la obra primigenia.

2010 Odyssey Two nos sitúa nueve años después de los sucesos acontecidos en la anterior obra, con la nave Descubrimiento (Discovery en el original y en la película) en órbita alrededor de Júpiter encerrando los secretos de la fracasada misión de aproximación al monolito en la que David Bowman, último superviviente de la nave, desapareció sin dejar rastro alguno más que un mensaje de radio inquietante: "El objeto es hueco... y sigue... y sigue... oh Dios mío ¡está lleno de estrellas!". Es entonces cuando Heywood Floyd, responsable directo de la misión de la Descubrimiento recibe una visita de su amigo ruso Dimitri Moisevich quien le pone en alerta acerca de una anomalía en la órbita supuestamente geoestacionaria (aunque sería más acertado llamarla jovioestacionaria) alrededor de Júpiter que hace que la nave se acerque irremediablemente al pozo gravitacional del planeta, con su consiguiente destrucción.

Los rusos están desarrollando una nave, la Guerman Titov que poco después pasaría a llamarse Alexei Leonov, con la que pretenden alcanzar la nave antes de que se estrelle y con un año de anticipación a la Descubrimiento II de los americanos, lo que conlleva un enorme golpe a la egolatría yankee. Moisevich propone una alianza a Heywood, ellos tienen la tecnología y medios para llegar a la Descubrimiento, pero no conocen la nave y necesitan a un equipo experto para tratar de "resucitarla" y esclarecer qué ocurrió nueve años atrás.

El doctor Heywood Floyd encuentra entonces una forma de expiar la culpabilidad que siente por la pérdida de las vidas de los cinco ocupantes de la Descubrimiento original debido al errático comportamiento de Hal 9000...

La novela está estructurada en 7 arcos argumentales, en el primero, aparte de una debida presentación de los personajes que integrarán la tripulación de la Alexei Leonov, nos pone en situación acerca de lo que está ocurriendo en el mundo. Es aquí donde conoceremos a Walter Curnow y el dr. Chandra, el resto de integrantes de la parte americana de la expedición, siendo ingeniero de sistemas y el mismísimo creador de Hal respectivamente, y a Tania Orlova, Max Brailovsky, Zenia Marchenko, Vasili Orlov, Katerina Rudenko y el resto de la tripulación rusa, y donde veremos dar comienzo a la hibernación que les hará llegar a Júpiter sin que acusen la enorme demora de tiempo que tardará la nave en llegar.

El segundo arco nos presenta a la nave Tsien, de fabricación china en el más absoluto secreto y su aproximación, en principio errática por el impulso que llevan, a Júpiter, cómo utilizan el frenado atmosférico para decelerar y finalmente su aterrizaje en el mar de hielo que compone la joviana luna Europa. Allí, mediante un taladro de hielo, pretenden alcanzar el agua líquida bajo la costra de hielo para reponer los tanques de propulsante que les permitirá hacer una exploración pormenorizada del sistema joviano, sin embargo, serán los chinos los primeros en descubrír algo maravilloso a la par que enigmático: Europa alberga vida, vida orgánica. Y es ésta misma vida la que hará que la misión china fracase...

El tercer arco se trata de una narración fabulosamente descriptiva de las principales lunas de Júpiter, y nos sitúa en el momento en que la Leonov toma contacto con la Descubrimiento y de la resurreción de Hal, también seremos testigos del por qué del funcionamiento hostíl de Hal y los motivos que lo provocaron.


El arco cuarto quizá sea el más interesante a pesar de que no ocurre nada desdeñable en él, ya que nos cuenta el contacto con el Zagadka, el monolito de la órbita de Júpiter, y su exploración. Es aquí cuando se produce una reacción por parte de la enorme losa, un pulso energético que se dirige a toda velocidad a la Tierra...

El quinto arco es el misterio de la vida y la evolución, David Bowman, desaparecido en la misión original de la Descubrimiento, regresa a la Tierra, no como un ser de carne y sangre, sino como un ser etéreo, inmaterial. Como una conciencia pura y consciente (valga la redundacia) de sí misma. Aprende a moverse, a comunicarse, y lo hace con seres queridos, quizá para ponerse en paz con ellos... o consigo mismo... Es también en éste arco en el que veremos a Heywood Floyd pasar por sus horas más negras en el espacio.

Sexto arco y comienzan los misterios a bordo de la Descubrimiento y la Leonov, con una comunicación imposible de Bowman a través de Hal para Floyd que les pone sobre aviso de que deberán retirarse del espacio joviano en 15 días sin demora.

El arco final, la huída de la Leonov del espacio joviano mientras contemplamos la muerte del rey de los planetas y el nacimiento del príncipe de las estrellas del sistema solar, nuestro segundo sol, Lucifer, y el mensaje que la inteligencia que nos ha hecho evolucionar hasta llegar aquí nos deja: "Todos éstos mundos son vuestros... excepto Europa. No intentéis aterrizar allí".


Tras el análisis de la novela como tal, pasamos al análisis de la película.

Es difícil adaptar un libro a la gran pantalla, máxime si está plagado de descriptiva y de términos y tecnicismos que no son habituales en la sobremesa de cualquier casa. Peter Hyams ha conseguido crear una película muy entretenida que pasaría por ser una película de aventuras en el espacio sin mayor trasfondo, dejando de lado la inmensa mayoría de la temática de la creación, la evolución y el misterio de la vida siemper presente en la novela de Arthur C. Clarke. Sin embargo, en el proceso, ha dejado en el tintero cosas tan importantes como la propia existencia de la astronave Tsien y su expedición, sustituyéndola por una simple sonda no tripulada que envía la Leonov a Europa por unas trazas de clorofila detectadas. La tensión entre EE.UU. y Rusia apenas es perceptible en el libro, sin embargo en la película es una constante, provocando diferencias de comportamiento entre los integrantes de la tripulación del Leonov abismales con sus homónimos de la versión de papel, perfectas para no ahondar en las relaciones entre ellos como sí hace el escritor en su obra original. Hyams tampoco parece encontrar importante el hecho de que Hal no es estable y funcional al 100% hasta pasado un tiempo de su reconexión, mostrando en pantalla un Hal que tras el ajuste en su centro del habla se muestra como recién salido de la cadena de producción.



Son diferencias que si sólo se ha visto la película, como es obvio ni te das cuenta, sin embargo, una vez has leído el libro, si bien la versión fílmica no es mala, si que se convierte en una pésima adaptación de un libro, pues se salta muchas cosas de suma importancia para la comprensión de la obra en su totalidad. Una de las cosas que tampoco menciona es el gigantesco diamante que hace de núcleo en el corazón de Júpiter, y que es uno de los pilares de la siguiente obra de Arthur C. Clarke, 2061 Odisea Tres, lo que imposibilitaría la hipotética versión cinematográfica coherente.

Como recomendación personal, diré lo mismo que con 2001, pudiendo elegír entre libro y película, tirad de libro sin dudarlo, pero si optáis por la versión para la gran pantalla, estaréis viendo una película muy entretenida para todos los que disfruten de la ciencia-ficción tanto como yo, que, al contrario que la película de Stanley Kubrick, sí es apta para todos los públicos, pues se entiende a la perfección desde principio hasta los créditos del final.

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