sábado, 19 de marzo de 2011

2001 A Space Odyssey, comparando novela y película



Bien, tras haberme terminado el libro por tercera vez ayer tarde y habérme enchufado la peli anoche también por tercera vez, me hallo a las 23:30 de la noche delante de mi pc dispuesto a escribir una crítica lo más constructiva posible acerca de una de las obras más polémicas de la historia del cine.

2001: A Space Odyssey, narra la evolución del hombre y su destino, algo MUY ambicioso de contar máxime si se pretende llegar a todos los públicos y no únicamente a estudiosos o "enteraíllos" del cine de culto. Dos obras, la novela de Sir Arthur C. Clarke y la película de Stanley Kubrick. Dos visiones, una para todo el mundo y otra sólo para el que disfrute viéndo un entramado inconcluso e inconexo en el que aparentemente el sinsentido es el mayor protagonista. La novela está escrita en un tono muy sencillo de entender hasta por los más profanos en ciencias en general, además sabe mantener un ritmo constante y no aburre en ningún momento. La película por el contrario abusa demasiado de planos en los que literalmente no ocurre nada o directamente, NO HAY NADA (impagables esas dos secuencias de tres minutos con música estridente y fondo negro o la largísima secuencia en la que lo único que escuchamos es la acelerada respiración de Bowman).

Huelga decír que a partír de éste punto comienzan spoilers mayores tanto de la película como de la novela, así que si sigues leyéndo luego no te quejes porque estás advertido.






La novela nos narra cómo de una colonia de primates evolucionados saldrán los seres humanos a lo largo de millones de años de evolución inducida por una inteligencia superior a través de un instrumento icónico: el monolito.

De ahí, pasamos a encontrarnos en pleno apogeo de la investigación espacial, con bases permanentes en la Luna y estaciones espaciales en las que se puede hacer una vida casi normal (a la cabeza me viene cuando Heywood Floyd ve a la hija de su amigo de tan sólo 4 años con un cuerpo de 8 ó 9 al estar desarrollándose en un ambiente ingrávido). Es en ése momento, en el que la humanidad ha llegado a su culmen evolutivo, cuando se descubre un inusual campo magnético en el crater Tycho, provinente de otro monolito, T.M.A.-1, el cual una vez ha establecido contacto con los humanos y es bañado por la luz solar, emite un pulso que se dirige a una de las lunas de Saturno, Japeto.

La tercera parte se desarrollaría en lo que es la propia "odisea", enfrentar al ser humano con su propia naturaleza, capaz de hacer que una creación suya se convierta en paranoica e incluso homicida, hablo de Hal-9000 y la mentira que le han obligado a mantener, que le hace entrar en conflicto con su propia naturaleza y trata de defenderse para cumplir su programa a toda costa.

La cuarta parte y final nos narra el salto evolutivo de la raza humana como ya hicieran sus antepasados los homínidos a través del monolito de Japeto, haciendo testigo en su evolución a David Bowman de maravillas del espacio y permitiéndole tener un asiento privilegiado en el espectáculo que está por venir en 2010, 2061 y 3001, novelas que completan y cierran la obra de la evolución y que son FUNDAMENTALES para entender la magnitud de 2001 en su justa medida.

Ahora pasamos a la película de Kubrick...






El primer arco nos narra la evolución de los homínidos, acortándola exageradamente y perdiéndo por el camino detalles fundamentales como son la propia experimentación que se realiza a través del monolito con los primates para hacerles despertar la inteligencia para crear y utilizar herramientas para sobrevivír. La narración por medio de imagen sin más queda coja, al no mostrarnos más que un grupo de monos haciendo monerías (valga la redundancia) delante de un ladrillo negro de proporciones perfectas 1-4-9 (el cuadrado de los tres primeros números, cosa que tampoco se explica).

El segundo arco, quiza sea el que mejor explicado queda, a pesar de perderse detalles también, pero seamos realistas, era condenadamente difícil no explicar bien las cosas aquí. Preciosa la secuencia de atraque en la estación espacial con el Danubio Azul de fondo.

Tercer arco y aquí empiezan los problemas serios. Frank Poole y Dave Bowman están fatalmente desarrollados, que demonios, NO ESTÁN DESARROLLADOS, nunca llegas a empatizar con ellos, cosa que en el libro sí haces. Se cambian demasiadas cosas y se obvian otras demasiadas (por ejemplo, Hal está programado para ganar solo el 50% de las veces al ajedrez para no desmoralizar a la tripulación y Bowman nunca llega a salir de la nave más que en el siguiente arco) y la confrontación Bowman-Hal está mucho peor llevada al no darse ningún matiz de camaradería entre ellos, es como el que apaga un electrodoméstico que da problemas con los plomos de la casa. Un detalle que tampoco se explica es el cambio de Saturno y Japeto por Júpiter y su órbita, hay que irse la prefacio de la novela 2010 Odisea Dos para conocer el por qué del cambio.

Cuarto y último acto, Bowman en el libro puede observar con detalle una gigante roja y queda maravillado ante ella, ¿dónde está en la película de Kubrick? Bowman llega un momento de que es consciente de que no tiene por qué temer, puesto que si no ha muerto al experimentar una aceleración tan extrema es porque sin duda está siendo "guiado" y no quieren que resulte herido, ¿cuándo lo explica Kubrick? En la suite de hotel, Bowman encuentra multitud de elementos de los que podría encontrar en su propia casa, producto de la "inteligencia" que lo ha traído hasta aquí para que se encuentre lo más relajado posible tras experimentar todo por lo que ha pasado, Kubrick directamente le hace verse cada vez más mayor y deteriorado hasta que sube el escalón evolutivo.









Sin duda, creo que son demasiadas diferencias, algunas de ellas clave para la comprensión total de la película. Puede tener una fotografía perfecta, una banda sonora preciosa y unos efectos dignos de mención, pero si para entender la película tengo que leerme sí o sí el libro antes, NO es una buena película.

Una buena película te hace reflexionar, no aburrírte por no entender nada de lo que está ocurriendo y es precisamente en ésto en lo que la visión de 2001 Una Odisea Espacial de Stanley Kubrick falla estrepitosamente, y es algo que no llego a entender, ya que el propio Arthur C. Clarke colaboró con la producción del guión de la película.

Y una de las más grandes faltas que tiene, que para muchos será menor, la frase de Bowman al aproximarse al monolito... "El objeto es hueco... y sigue... y sigue... oh Dios mío ¡está lleno de estrellas!", frase icónica durante toda la saga que en la película misteriosamente desaparece.

Llamadlo casualidad, cuando estaba mascullándo la idea de reabrír mi blog, me encontré con la sorpresa de que Gonzo, en su blog, había comentado ya la película, arrojando lo que en esencia pienso yo de la misma, que como visión complementaria a la novela primigenia es muy buena, pero que como película solitaria queda coja al tener tantas carencias que ayuden a la comprensión de la misma.





Supongo que como siempre que hablo de la película en cuestión, no tardarán en aparecer quienes la defiendan a muerte y no sepan apreciar un punto de vista que no la alabe como uno de los pilares de la Ci-Fi, pero bueno, ya estoy acostumbrado a ello.

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