2061 Odisea Tres

 Portada americana del libro

Bueno, tercera entrega de las cuatro que componen la cuatrilogía Odisea de Arthur C. Clarke. Ésta vez sólo voy a comentar la versión en papel, pues, por el momento, no existe película alguna.

2061 nos sitúa tras la aventura de la Leonov en 2010 para alcanzar la cosmonave Descubrimiento e investigar el monolito ubicado en el punto L-1 de la órbita joviana. De vuelta a la Tierra, Heywood Floyd ha sufrido ciertos cambios en su organismo provocados por la hibernación del viaje de vuelta y se ve obligado a habitar en el hospital de la estación espacial Pasteur. Allí, como consecuencia de la ausencia de gravedad, su longevidad aumenta al verse liberado de los procesos naturales de su planeta origen.

El satélite anteriormente joviano y ahora luciferino (pues Lucifer es el nombre que se le ha dado al nuevo sol en que Júpiter se ha transformado) Europa sigue vetado al aterrizaje humano, lo que no ha impedido que se hayan enviado multitud de sondas no tripuladas para investigar la influencia de Lucifer sobre la helada superficie europana, todas ellas destruídas en circunstancias desconocidas tras un breve lapso de tiempo enviando información a la Tierra. En Ganímedes se ha establecido una colonia humana que se dedica a la extracción de mineral, reabastecimiento de naves y la investigación del Sistema Solar y Luciferino.

El satélite Europa tal y como lo conocemos hoy día

La tecnología de viaje espacial ha avanzado lo suficiente como para hacer innecesario el proceso de hibernación, al mejorar los motores de las naves para hacerlos lo suficientemente potentes como para acortar de años a meses los viajes en el interior del Sistema Solar. Las cosmonaves también han sido enormemente mejoradas, siendo ahora incluso tan confortables como un hotel en la superficie de la Tierra. En la superficie del planeta, la situación política ha cambiado drásticamente desde 2010 y ya no existen tensiones como las que azotaban a la gente en años anteriores, alcanzándose un proceso de paz que parece ser duradero.

Y en en éste marco en el que un Heywood Floyd de nada menos que 103 años (aunque biológicamente no tiene más de 70) acepta un billete para una nave cuyo destino es aún más insólito que el anterior: el cometa Halley. Una cosmonave humana, la Universe, se dispone a alcanzar en objeto móvil más esquivo del Sistema Solar. En tanto, la nave gemela, la Galaxy parte hacia Europa en un misión de observación distante del satélite, llevándo consigo a otro insigne ocupante, Christopher Floyd, nieto de Heywood Floyd. Aunque uno de los ocupantes de la Galaxy conoce algo acerca de la luna prohibida que el resto ignora, la súbita aparición de una montaña de dimensiones imposibles en un planeta donde apenas si se conoce una tectónica de placas: el monte Zeus, cuya composición, hasta el momento víctima de las más locas especulaciones por parte de los científicos que conocen la información, sorprenderá a propios y extraños y pondrá en situación límite a los ocupantes de la nave al provocar su amerizaje de emergencia...

Representación artística de la superficie de Europa AJENA a la descrita en las novelas

2061 continúa la saga aportando avances interesantes, tanto en el marco tecnológico como en el político y ofreciéndonos de nuevo una novela de aventuras espaciales de rápida lectura y fácil comprensión, sin saturar al lector en ningún momento con jerga técnica o información innecesaria para el avance de la trama.

Si bien es cierto lo anteriormente dicho, también es de recibo mentar que la calidad de la misma, a comparación de las dos novelas anteriores, es inferior, pues plantear un aterrizaje sobre un cometa puede parecer excesivo incluso para los mayores aficionados a la ciencia ficción, pero limándo detalles similares y sobre todo, tomándo la novela como lo que és, un libro de aventuras con el marco del espacio de fondo, nos queda una obra más que correcta con la que disfrutar, una vez más, de fantasear con nuestro propio universo conocido y de soñar con alcanzar las estrellas...

Portadas de ediciones españolas de la obra